Add parallel Print Page Options

refugio de mi vida,
porque me salvaste de la muerte,
porque libraste mi cuerpo de la tumba,
porque no dejaste que cayera en el reino de la muerte.
Me salvaste de las malas lenguas,
de las calumnias de los mentirosos.
Por tu gran amor me ayudaste,
te pusiste a mi lado contra mis enemigos,
contra los que querían quitarme la vida.
Me salvaste de grandes aflicciones,
de angustias que me cercaban como fuego,
de una hoguera que no podía apagarse,

Read full chapter